Me imagino un mundo donde un carro es polvo.
Tan solo un micro organismo que se observa por el lente magnético del universo que nos rebasa en pies, lenguas y altura… por tan solo tres centímetros y medio con diez años luz de distancia.
Quizá no somos ni el reflejo de la tapa de la mancha de un lente obturador.
Ya quisiéramos…
Micro organismos que exageran y se privan al ser lo único que pueden ser y saben ser, seres humanos. Irritables, tontos, diminutos, catastróficos, carentes de una fibra positiva. Que somos, si tan solo el musgo de la entrepierna de Venus, el grano de Urano, la malilla del día, la partícula venenosa que eliminas con antibióticos en tu farmacia mas cercana.
Ni mas ni menos que un moco en la pared, infeccioso, contagioso, pegajoso.. el ser humano.
Me desvió del tema, soy una cabeza muy acida…
El nombre es Delta, como diría el buen señor al caminar por su pastizal rosado, púrpura alfombrado.. Ideas de jabón espumoso flotando en una ratonera de miel y queso espeso. Creo que no hay nada mejor de comer que no sean sesos.
Regresando al tema de mi nombre me lo receto la madre teresa después de estos fuertes días de influenza. Perdón, influencia, de mi mis alrededores, señor pantalla y madame sobre, pensé fólder.
Delta siempre tuvo maestras muy tajantes con su forma de ser.. muy, anales…
Inclusive un par de ancianas.
Todas pedían fólder, aunque devastaran tres selvas lacandonas el tan solo pensar en el éxtasis, la depravación que causaría el simple extender de brazos y extraer el hermoso Manila.
Tan solo sentirlo una vez mas, 20 veces al día, extasiarse, mojarse y venirse con el impacto, arrebata toda sensación de orientación, la marea y la vomita. Es el Manila!
Lo quiere, lo requiere, siempre lo prefiere.
Da igual, esa señora no es humano. No parece, el aceite infantil que fue administro en su perfil finalmente dio fin… estallo… causando, protuberancias de dudable procedencia.
Lamentablemente una cara empedernida al dolor de la falsedad de mi comentario no se compara con el lamentable efecto que causa tan poderoso aceite.
En fin, la maestra recibe el famoso trabajillo por el cual uno se estuvo desgarrando las vestiduras las ultimas tres fracciones de segundo. Es increíble la fuerza y motivación que requiere uno para sacar 3 segundos de provecho.
El sillón es muy cómodo.
Consecuencia de todos los días, casi todo lo que no sea lo que esta en mi cabeza en ese único instante, presente, no me interesa.
No hay nada mas interesante que ese momento presente fugaz, que debe ser capturado en su totalidad por la inmortalidad del cangrejo para luego ser exprimido, asimilado y experimentado.
No se ni que digo pero el sillón es muy cómodo.
Pero se complica todo! Si uno esta cambiando cada tres segundos de pensar!
No tengo tiempo para asimilar!
No tendré mas que lamentarme de mi pobre ser!
En verdad, el sillón es muy cómodo…
Si la guerra con las maquinas no avanzara tan despacio, le daría mayor propósito a mi vida.
Maquinas que toman consciencia de nuestras vidas, echan rayos láser y nos aplacan todo el día..
O simplemente quiero vivir una vida tranquila alrededor de un lago mientras me como un helado.
Tantas posibilidades de mi ser me tienen atolondrado.
¿No se que hacer? Lo único que me queda con certeza es que aquí no hay nada que hacer.
Nomás no quiero ser.
Al menos nada muy acá, ya que sin zombis y robots no logro encontrar algo tan comprometedor que pueda atar mi día por el resto de mi vida.
Quiero libertad para no hacer nada.
Quiero cagarla para negarla y echártela en la cara.
Quiero sabrosear la vida haciendo grandes planes inconclusos.
Quiero sentar cabeza una vez que termine de pensar en todo lo que ya no hice.
Quiero saber que tengo una maquina brillante que me regresa en el tiempo, a ese gran momento, donde mojaba pañales todo el tiempo.
Quiero ser un niño.
Mejor un gran vampiro.
Quiero ser lodo en un sendero.
Un principie guapo, cuerdo y moreno, me visto de vieja, uso falsos disfraces.
Siempre yo cargo no mas de 100 ases. Nunca me faltan, nunca me sobran.
Exalten al gato, miren que es muy ágil, salta muy alto, me clavo en el cielo, yo soy el que saca…
Ese gran premio!
Gane! Soy el primero! Soy el primero en brincar esa barda, nadie me cacha, tampoco me atrapan, me escapo derecho, hasta topar el estrecho, las luces parlantes, me tiran las altas, desgraciado borracho! Esta en mi camino!
Por eso decido, en mi vida siguiente ser algo distinto.
No quiero ser el virus distante en un microscopio dentro de un micro mundo sentado esperando en la cabeza de un vago…
Acompañado por todos saludando al lente gigante…
Me apellido Quinn…
Pero deja te cuento el cuento de porque me abrevian Delta Quinn.